domingo, 10 de julio de 2011

Curiosidades e historias del C.D. Ribaforada

Capítulo II-b: Breve compendio de curiosidades en las primeras décadas del club

De "Marcelo" a "Marcelín": Durante cerca de 40 años, la portería del C.D. Ribaforada fue patrimonio exclusivo de dos hombres: Marcelino Lorente Martínez "Marcelo" y su hijo Marcelino Lorente Zardoya "Marcelín". El primero defendió la meta ribaforadera durante veintiocho años ininterrumpidos (entre los años 1921 y 1949) hasta su retirada ¡con cuarenta y seis años! El segundo "heredó" el puesto y se mantuvo en él durante once años, con un paréntesis de tres temporadas en otros equipos riberos -Cascante, Tudelano y Castejón-, hasta que se retiró en 1960. Si el padre tuvo extraordinarias cualidades -incluso se le compuso una coplilla, al estilo de los aficionados ingleses en sus cánticos-, no menos excelente en su tarea resultó ser el hijo, al decir veteranos aficionados que todavía recuerdan sus "hazañas". Resulta curioso que, cuando era el padre quien jugaba, el hijo estaba siempre detrás de la portería "para aprender"; y después, cuando era el hijo quien defendía la meta ribaforadera, era el padre el que se colocaba detrás de la portería. 

Y de regalo, un balón, un bien preciado en aquellos tiempos: Desde siempre, el C.D. Ribaforada y el C.A. Osasuna han mantenido una relación bastante cordial -con sus más y sus menos en algunas ocasiones, como en toda relación que se precie-. Como compartían fundador y primer presidente -D. Eduardo Aizpún-, el equipo de Ribaforada fue invitado a presenciar un partido entre Osasuna y el Real Unión de Irún. El anfitrión fue D. Eduardo, que tras abandonar el club había retornado a Osasuna, siendo entonces vicepresidente y jugador del club pamplonés. Era el año 1924. La expedición del C.D. Imperio de Ribaforada fue recibida como invitados de honor, y fueron obsequiados con un aperitivo "en condiciones". Además, el propio D. Eduardo Aizpún regaló un balón para el equipo, un bien muy preciado en aquellos tiempos tan complicados para la práctica del fútbol. Esta relación entre los dos clubes era tan amistosa entonces que, cuando Osasuna viajaba en tren en sus desplazamientos, y al pasar por Ribaforada, los del pueblo salían a la estación para saludarlos y obsequiarles con un garrafón de buen vino cosechero, de "El Pedriñal", que los pamplonicas recibían -y degustaban- con agrado. 

Día de San Bartolomé, compuestos... y sin partido: En el año 1935, el C.D. Ribaforada -ya se había adoptado el nombre actual y cambiado los colores del equipo en 1928- todavía no disputaba partidos de competición oficial. Tan sólo algunos encuentros amistosos. Eran tiempos de apuros económicos: los jugadores seguían afrontando todos los gastos y la afición que acudía a ver los partidos era todavía escasa. Las "recaudaciones" -si se podían llamar así- se obtenían pasando la bandeja entre los aficionados que se acercaban al campo de fútbol, y cada uno aportaba lo que quería, la voluntad. Ese año, el día de San Bartolomé -24 de Agosto- tenían previsto disputar un encuentro con el C.D. Amistad de Zaragoza. Pero fue tal la tormenta que se desencadenó, la lluvia que cayó aquel día, que el partido se tuvo que suspender. Como consecuencia del temporal de agua, tampoco había salido público para ver el partido, y los pobres jugadores locales tuvieron que pagar "a escote" el desplazamiento del equipo zaragozano.
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1 comentarios :

pablo_ribaforada dijo...

Grandes historias del C.D.Ribaforada.historias que nos hacen saber mas de nuestro club y tambien ver los tiempos dificiles que pasamos en un pasado

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Temporada 2022/2023
Jornada 5
C.D. Murchante B 2 - 1 C.D. Ribaforada

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Jornada 6
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C.D. Ribaforada - C.D. Calatrava

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