J8 (2011/12): Valtierrano 2 - 2 Ribaforada

La tarde pintaba bien para los rojillos en Valtierra. Un equipo enchufado, una afición desplazada en masa para animarle, un buen rival para medir sus fuerzas... lástima por los hombre de verde. Este fue sin duda, pese a las importantes bajas (Míchel Simón por sanción y Josi por lesión), el mejor encuentro de los rojillos en lo que va de temporada. El Ribaforada comenzó desde el principio con ganas de tocar el balón y hacerse con la posesión pero en ello, quizás su zaga tomó demasiados riesgos. Ocurrió que, quiso el desarrollo del juego, dos contraataques rápidos de un incisivo Valtierrano pusieron tierra de por medio en el marcador. Pero los nuestros no se achantaron y, apoyados por una afición incansable, no cesaron de intentarlo por medio de las buenas artes aún cuando no se contabilizaban ocasiones manifiestas de gol: un par de galopadas de nuestros delanteros, faltas lejanas y córners sin peligro. El bloque iba de menos a más y se intuía que de puntuar, tendría que verse mucha lucha. Desgraciadamente también se intuía la desastrosa actuación arbitral con un clarísimo penalti cometido sobre Jokin. Según los de verde, allí no había pasado nada. A los que estábamos en el gradería nos dolió el sonido de la patada, que levantó a nuestro jugador un metro sobre el césped. Cualquier falta acababa en tarjeta visitante mientras costaba hacer los mismo para los locales.

Se metían los rojos al vestuario en el descanso entre aplausos de su afición, que supo en todo momento corresponder a su juego. La segunda parte fue roja de cabo a rabo, ya que los valtierranos sólo pudieron jugar al balonazo; para despejarse el peligro en defensa e intentar alguna galopada en ataque. No hubo sorpresa... o sí, la hubo cuando entraron en escena los trencillas. Malo cuando ocurre tal cosa. Ante eso, el equipo se mostró sólido y siguió jugando a la espera de la recompensa. Y en efecto, se iban sucediendo las oportunidades con las que se consiguieron los dos tantos del empate. Se quería la victoria que ahora era una realidad y Lostado quemó las naves dando entrada a Míchel Carrera -recién recuperado de su lesión- e Íñigo Orta -el nuevo fichaje-. Luego se sucedieron las malas noticias, primero la lesión de Alejandro, que tuvo que salir en brazos de los técnicos del terreno de juego. Luego, la jugada del penalti. Tras clara falta en el área, Ramón transformó la pena máxima y cuando el bullicio se apoderaba de las gradas coloradas, el árbitro lo hizo repetir. Tras las protestas, el segundo disparo se marchó por encima de la escuadra derecha de la portería. Luego, el vendaval final, con una delantera enchufadísima y una defensa expeditiva con las que desafortunadamente no se pudo conseguir la remontada. Los locales pedían la hora, los visitantes jugaban a fútbol y mientras los de verde no daban ni una (o no las querían dar); una situación así descoloca a cualquiera. Al principio sobrevino la desesperanza pero luego, la absurdidad dio paso a la risa. Nos quedamos con el gran partido de los rojillos, que no debe de quedar empañado por la nefasta actuación de los de verde. No se lo merecen. Si se continúa por este camino se harán cosas importantes. Sabemos que nos pueden pasar estas cosas, las encajamos como el grandioso y señor club que somos pero, por eso, no nos cansaremos de denunciar las injusticias deportivas que se producen en esta categoría.

Fotograma del primer penalti anulado. Si somos justos, las imágenes tomadas de la secuencia de vídeo no muestran el instante exacto ni la panorámica total, pero se puede observar que cuando el balón ya ha tocado las redes (los rojillos están celebrándolo mientras el portero se lamenta) cuatro jugadores (dos rojos y tres azules) invaden el área apenas un metro, distancia coherente para ser recorrida tras la consecución del tanto. (A.D.)

El segundo fotograma demuestra que, con el mismo rigor utilizado por los trencillas para la primera pena máxima, el segundo penalti también debió ser repetido ya que en el momento en el que Ramón golpea el balón el portero no pisa la línea de gol y se encuentra en posición adelantada-ilegal. (A.D.)