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| El míster Enrique, entre los más destacados de la liga. (R21) |
El fútbol moderno ha convertido a los entrenadores también en pequeños psicólogos, tanto que ahora se les suele catalogar dentro de dos perfiles: los más clásicos, aquellos obsesionados por la táctica, y los que suelen trabajar aspectos psicológicos con sus jugadores para gestionar la conducta del grupo. Pues sin entrar a catalogar en uno y otro grupo, hecho que siempre resulta injusto con cualquier técnico, Litago ha comenzado a trabajar en el vestuario paralelamente la psicología y la táctica con el fin de tenerlo preparado de cara a los próximos e importantes encuentros de liga. La alerta, que atiende a la mera prevención, viene dada porque el equipo suele mostrar síntomas de debilidad cuando concatena una racha de buen juego y resultados. Así, para frenar cualquier tipo de euforia, el buñuelero ha decidido poner remedio antes de cualquier maleficiosa sorpresa. El mensaje de prudencia ha calado en el vestuario, que lo ha sabido recibir y cree en su efecto. Entre los discursos, el más celebrado quizás ha sido el que emitió Litago antes del derbi en Buñuel y en el que pidió cabeza a cada uno de sus pupilos en particular y orgullo para el conjunto en general. A tenor de los resultados, el grupo está muy unido y conjuntado por lo que sin duda el método Litago va más allá del trabajo en la pizarra.
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