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| Los rojillos fueron objeto de las más variopintas faltas. (R21) |
El encuentro de Arróniz fue una muestra de lo que el equipo se va a encontrar en algunos de los partidos que le va a tocar jugar a domicilio. Cuando sales fuera de casa a controlar el esférico y los locales, necesitados de puntos, utilizan artes subterráneas con la lamentable complacencia del trío arbitral no es extraño que la situación termine desquiciando a los jugadores por muy veteranos que sean. Esto mismo es lo que les ocurrió a Suberviola y Josué la pasada jornada, que pasaron de ser acaparadores de la pelota y protagonistas cuando ésta se encontraba entre sus pies a objetos de las más variopintas maneras ilegales de parar su juego. Tanto es así que ambos acabaron expulsados debido a su frustración. Bien es cierto que ambos se excedieron en sus protestas pero es que la paciencia siempre tiene un límite. De todas formas, la desagradable situación debe de servir para ponerse en guardia ante las posibles situaciones análogas que se puedan llegar a dar. El grupo ya está avisado y ha creado el compromiso de hacer fuerza al unísono para que con todo el apoyo del club no se vuelvan a repetir estos comportamientos que rebajan al fútbol a la altura del barro.
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